Mis veranos de infancia y juventud los he pasado en el pueblo de mi madre, en Siete Iglesias de Trabancos (Valladolid) donde sigo yendo.
Aparte de sus preciosos paisajes castellanos y esos cielos interminables, también guarda un tesoro con leyenda incluida: La fuente de la mora. Para los del pueblo siempre ha sido la fuente del prado y es uno de los paseos preferidos que tenemos.
Humildemente he querido recrearla en este pequeño diorama.
De modelo me ha servido esta foto:
Esta entrada que parece sostener la ladera está labrada en piedra, dentro hay dos pasadizos labrados en la misma roca que acogen el agua de dos manantiales.
Cuenta la leyenda que en el pasadizo izquierdo, vivía la mora que al atardecer salía a peinarse el cabello y los hombres que la veían caían prendidos por su belleza y se iban con ella a la cueva-fuente, pero nunca regresaban!
Y en el pasadizo derecho hay una serie de hornacinas, donde cuenta la leyenda que la mora guardaba sus tesoros de oro y joyas, que le traía su verdadero amanta, que era otro moro. Llegaba siempre al anochecer en un brioso corcel y ella le entregaba sus favores, y él le ofrecía valiosos regalos...seguirán ahí???
Aquí se ven los dos pasadizos de la entrada:
He probado una nueva espuma que me ha gustado mucho porque se talla muy bien, es la que se ve en color naranja
Capa de pintura base después del tallado y luego he ido coloreando las diferentes piedras con tierras.
En la parte de atrás he pegado una madera donde he simulado el cielo
Y al final la he enmarcado, aunque me gusta más sin cristal, pero hay que preservarla del polvo...
Maletas preparadas para ir a Cerdeña, a la vuelta nos vemos!!